Tengo la cabeza llena de cosas que quiero escribir, pero
sólo me apetece acurrucarme en el sofá con la mantita azul, el cafelito
caliente y a Nieves Canta de banda sonora.
Pero las ganas de escribir me pueden. Como creo que
realmente estos escritos los escribo para mí, a pesar que me hago a la idea que
hay alguien hay fuera leyéndolos conmigo os-me cuento: hoy he hecho algo raro
en mí. Tengo la regla. Y des del 21 de noviembre en que una vida que se gestaba
en mí decidió volver a su lugar junto con las estrellas, este hecho ha
cambiado.
Ahora celebro que mis bragas se tiñan de rojo rubí sagrado.
Pero, espera que me voy por las ramas y no quiero gastarme escribiendo.
Total, que como tengo la regla, y mi cuerpo me pide
DESCANSAR. Me lo he permitido. Después de levantarme justa para arreglar a los
peques y acompañar a Sonrisas a prepararse para llevar a los retoños al cole y
a trabajar, me he metido en la cama una vez sola en casa.
Y atención que ahora viene la parte más interesante. Busco y
rebusco y no encuentro a la señora CULPABILIDAD. Y es que creo, que mi cuerpo
ya está cansado de negarse lo que es suyo, lo que es propio por Doña
Culpabilidad. Así que hoy ha decidido no ir a buscarla. Y sí, digo ir a
buscarla, porqué siento que soy yo la que voy hacia ella, y no la culpabilidad
que aparece por arte de magia. Así que hoy hay cuidado, hay mimo, y por el
momento no son para mis preciados y rubios hijos. Son para mí, exclusivamente
para mí.
Dicho esto, os dejo y me voy al sofá a cuidarme y mimarme,
que mi cuerpo maltrecho lo necesita.
Un dulce y rubí Beso