sábado, 15 de abril de 2017

Hace tiempo que no escribo



Hace tiempo que no escribo. Pero hoy no puedo olvidarme más. Escribir para mi es como comer, beber o respirar. Es vital. No quiero juzgarme, ni que otros lo hagan, así que admito que poder expresarme, sacar mis entrañas a fuera es vital para mi.
Hoy me he levantado como cada día, junto con Yin, Yan y Sonrisas, y a priori parecía un día normal.
Pero las conversaciones surgen, y las emociones con ellas.
Y hoy, todavía te hecho de menos. Hoy me pesa aceptar que esto no cesará. Hoy siento el vacio más profundo todavía. Y  es que no pude sentirte cuando te moriste.
Hablando con Yin, me ha pedido que le explicase como fue tu muerte. Y en un momento de la conversación le he dicho que me puse muy muy triste cuando te moriste. Y ¿sabes? Me ha dicho: Normal mama que te pusieras tan triste.
Y eso me ha tocado. En su momento sentí que no podía estar triste, que no podía llorarte, que tenía que esconder el torbellino de emociones que azotaban mi hundido y joven corazón. Tenía que ser fuerte. Joder, pues me ha salido cara la fortaleza.
Y , ¿fuerte para qué? Se había muerto mi hermana. Se había muerto una persona que era como mi madre. Se había muerto aquella persona que me quería profundo y tal y como era. Ella no quiso cambiarme en ningún momento, me amaba tal y como era. Y ella se murió. Y con ella todo su amor.
Porque, a pesar de que se muere el cuerpo, y el alma va algún lugar todavía (y espero que por largo tiempo) desconocido para mí, el amor se va con el cuerpo. Yo ya no lo siento. Y ese vacío a días se hace desgarrador.
Y podría parecer por mis palabras que fue ayer que te moriste. Y va hacer ya 17 años. Y es que hoy te siento profunda en mí.  Y esa profundidad me devuelve las lágrimas no derramadas. Los sollozos que no expresé, porque al igual que las palabras que nunca dices se quedan en ti, las emociones esperan pacientes su turno de salida.
Y hoy brotaban de mí lágrimas sanadoras, lágrimas naturalizadas por la boca de un niño de siete años que es un maestro para mi: Yin. Alguien que no te ha conocido pero me ha dado el permiso (que parece ser que necesitaba) para poder llorarte. Yin pregunta continuamente por ti: como eras, que hacíamos juntas, cómo fue tu enfermedad. Si sentiste dolor, si te dormiste sin más para no volver a despertar jamás. Si eso me puede pasar a mi o a Sonrisas. Si la Patty (que tampoco has conocido) también sufrió (es su abuela, mi suegra, que también murió de cáncer). Y él me hace recordar que todavía hay lágrimas escondidas, sollozos reprimidos que ahora en el espacio presente sanan y salen para dejar mi corazón libre para emprender el vuelo.
Y des de la paz de una tremenda llorera, te escribo. Aunque realmente ME ESCRIBO. Porque esto es para mí, es para recordarme algún día, que esto no se acaba. Que te extrañaré por siempre jamás.
Un dulce y calido beso MJ_30

viernes, 13 de enero de 2017

¿Señora Culpabilidad?



Tengo la cabeza llena de cosas que quiero escribir, pero sólo me apetece acurrucarme en el sofá con la mantita azul, el cafelito caliente y a Nieves Canta de banda sonora.
Pero las ganas de escribir me pueden. Como creo que realmente estos escritos los escribo para mí, a pesar que me hago a la idea que hay alguien hay fuera leyéndolos conmigo os-me cuento: hoy he hecho algo raro en mí. Tengo la regla. Y des del 21 de noviembre en que una vida que se gestaba en mí decidió volver a su lugar junto con las estrellas, este hecho ha cambiado.
Ahora celebro que mis bragas se tiñan de rojo rubí sagrado. Pero, espera que me voy por las ramas y no quiero gastarme escribiendo.
Total, que como tengo la regla, y mi cuerpo me pide DESCANSAR. Me lo he permitido. Después de levantarme justa para arreglar a los peques y acompañar a Sonrisas a prepararse para llevar a los retoños al cole y a trabajar, me he metido en la cama una vez sola en casa.
Y atención que ahora viene la parte más interesante. Busco y rebusco y no encuentro a la señora CULPABILIDAD. Y es que creo, que mi cuerpo ya está cansado de negarse lo que es suyo, lo que es propio por Doña Culpabilidad. Así que hoy ha decidido no ir a buscarla. Y sí, digo ir a buscarla, porqué siento que soy yo la que voy hacia ella, y no la culpabilidad que aparece por arte de magia. Así que hoy hay cuidado, hay mimo, y por el momento no son para mis preciados y rubios hijos. Son para mí, exclusivamente para mí.
Dicho esto, os dejo y me voy al sofá a cuidarme y mimarme, que mi cuerpo maltrecho lo necesita.
Un dulce y rubí Beso

lunes, 9 de enero de 2017

¿Qué tal las vacaciones de navidad?




Tengo trabajo de la universidad, y también del profesional. Pero necesito escribir, procrastinar.
Esta mañana hemos vuelto a la “rutina”. Madrugrar, preparar y llevar a los niños al cole, etc.
Y me he sentido una falsa hipócrita victimista. ¡ oju, que autoacusaciones!
Pues sí, así me he sentido. Por si no lo sabéis des del 21 de diciembre los mocos y las fiebres se instalaron en mi casa. Y no han tenido bastante con los cuatro integrantes de mi casa, que han decidido expandirse a todos los integrantes de mi familia de sangre.
Y claro, cuando me han preguntado acompañantes y mamis en la entrega de mis retoños en el cole tenía dos opciones (seguro que hay más, pero mi tendencia de blanco y negro impera en mí)
Opción 1:
Bien, las navidades bien.
Opción 2:
Un desastre. Des del 24 a la noche hemos estado inmersos en acompañar a nuestros dos hijos en sus diferentes malestares, pasando por el CAP, Urgencias del Hospital, otros dos viaje al Cap..Sin dormir muchas noches entre ahogos, toses, fiebres y mocos. Sola a muchos ratos, pues mi Sonrisas trabajaba. Encerrada en casa con el pijama puesto y sin duchar más de tres días seguidos.
Y por si no fuera poco, cuando mis queridísimos hijos decidieron levantar el ánimo, mi padre sucumbió al delirio y la fiebre. Y claro, como está inmunodeprimido se lo miran con lupa y lo dejan en un sótano en observación hospitalaria.
No he podido celebrar el 25 como a mi me gusta, pues estaba cansada y mocosa. No he podido celebrar mi cumpleaños porque mis peques estaban enfermos. Hemos despedido el 2016 en la unidad familiar más reducida posible. (con el planazo que teníamos!) No he podido hacer de Rey Mago porque mi padre necesitaba compañía.
Pero claro, todos seguimos vivos, disfrutando de este segundo lunes del 2017 gélido y no puedo quejarme.
Por todo esto, me siento una falsa hipócrita victimista. 
Si digo la opción uno, me estoy traicionando a mi. 
Y si digo la opción 2 siento que me hago la victima. Pobrecita que no ha tenido las Navidades que necesitaba y deseaba (dice una de las Maebas que habitan mi cuerpo)
Y es que señores y señoras me merecía un período de descanso. De cuidarme y cuidar. De disfrutar los aires navideños y las posibilidades de relax casero. Pero nada más lejos, ni parecido.
Así que si me preguntas que tal las vacaciones, decide que Maeba prefieres escuchar. Ahora ya tienes (como mínimo) las dos versiones.


sábado, 15 de octubre de 2011

Petits amb llum


"Cuando un hijo pierde a sus padres se queda hurfano,
cuando un adulto pierde a su pareja se queda viudo,
cuando unos padres pierden a su hij@ se quedan sin palabras" 

Hola a tod@s,
Mi primer post quiero dedicárselo a es@s “petits amb llum” (pequeños con luz”) que hoy  me han hecho vibrar des de lo más hondo de mi corazón.
A las 17h de la tarde he llegado a Mas Guinardó, y he disfrutado de una tarde repleta de sensaciones, emociones y vibraciones, que han enternecido hasta la última célula de mi ser.
Como decía la frase que abanderaba el encuentro, me he quedado sin palabras. Pero en el tierno silencio de mi garganta, ha habido espacio para abrazar, y dejar correr la energía para poder acompañarte en un día como hoy. Va para ti, tu peque@ y tu familia este post.  Aunque no recuerdes mi nombre.
Recuerdo el temblor de mi cuerpo el septiembre pasado, cuando recibí la noticia que Irene ya no estaba entre nosotros. Hace pocos días, nos ha dejado su hermanita pequeña. Para vosotras tres también va este post.
No sé que debe recorrer vuestro cuerpo, ni de que pasta estáis hechas, pero admiro vuestra voluntad y vuestra luchar por la felicidad, ante lo que es para mi, tanta adversidad.
¿Cómo se puede acompañar a unos padres que han perdido a su pequeñ@? ¿Qué puede llenar ese vacío?
Silencios, abrazos, lágrimas, el estar ahí de las personas a las que amamos, el amor incondicional de aquellos que desean acompañarnos. Todo eso es lo que me llenó a mi en el trágico mayo del 2000. Yo no perdi a un “petit amb llum” pero perdi a una estrella que iluminaba mi camino.
Os deseo un largo camino, y que podáis acompañar a todas aquellas familias que se acerquen a vosotros.

Un gran abrazo a la Asociación Petits amb Llum www.petitsambllum.org

viernes, 14 de octubre de 2011

Bienvenid@s


Bienvenid@s a mi mundo!
Un mundo de sentimientos, emociones, creencias, aprendizajes, acompañamientos, diversión, creatividad y mucho más!